En la actualidad, 430 millones de personas viven con una perdida de la audición, en muchos casos es severa y lleva a la discapacidad, es importante diagnosticar el tipo de sordera y darle un tratamiento, hay casos en los que se puede rehabilitar y llegar a recuperar la audición, pero en muchos otros procesos llega a no ser reversible, las causas puedes venir desde el nacimiento o ser adquiridas a lo largo de la vida de los pacientes.
Vamos a bordar las principales causas y como prevenirlas:
Otosclerosis: En la otosclerosis suele presentarse exceso de hueso, lo que implica que estos huesitos no puedan moverse libremente, ni vibrar, al no transmitir esas vibraciones al oído interno, surgen los problemas de sordera, normalmente esta condición es de nacimiento y viene transmitida genéticamente, por esto no hay tantos tratamientos específicos, lo que se puede hacer es la detención temprana hacer seguimiento en familias que tienen antecedentes de otosclerosis, el tamiz auditivo es otra opción supremamente clave en el momento de detectar cualquier alteración auditiva y la cirugía que puede tener un resultado variable a veces bueno, a veces no tan bueno donde esencialmente se opera el sitio donde están estos huesitos para que tengan más capacidad de moverse y vibrar.
Ruidos fuertes: Los ruidos fuertes pueden llevar a una lesión severa del oído, debido a que las vibraciones muy intensas no solamente pueden afectar la membrana y los huesitos, sino también a las células pilosas que están dentro del oído, que son las más importantes del oído interno, ya que son las que transforman la vibración en señales eléctricas para el cerebro y el ruido alto las destruye, cuando estamos por encima de 85 decibeles, vamos a tener algo de daño y exponemos nuestros oídos a riesgos importantes que pueden ser irreversibles. Esto normalmente sucede en ambientes donde hay mucho ruido como una obra de construcción o sirenas sonando por un periodo de tiempo prolongado, pero últimamente también se ha evidenciado como escuchar música con audífonos que bloquean el ruido exterior y el oído queda expuesto a niveles de más de 85 decibeles por horas y horas, especialmente personas jóvenes, están en riego de perder la audición y que más adelante en sus vidas esta daño sea irreparable. Lo que podemos hacer para prevenirlo es que las personas que están expuestas a este tipo de profesiones con ruidos muy altos, utilizar protección para tapar los oídos limitando los sonidos y si tenemos audífonos, escuchar a volúmenes moderados, por tiempo limitado, esto va a aumentar el tiempo que podemos escuchar bien, mejorar nuestra calidad de vida y evitar discapacidad.
Ménière: La enfermedad de Ménière es un trastorno del oído interno, no se conoce por completo su causa, pero se cree que tiene que ver con los líquidos que están dentro del oído, cuando están desbalanceados e interfieren con la función normal de nuestro oído, suele presentarse en un solo oído, pero también hay casos donde se pueden ver afectados los dos, baja la capacidad de la audición o incluso se puede llegar a la sordera, con esta afección pasa algo en particular y es que aparece y desaparece, cuando los episodios son constantes se puede llegar a la perdida definitiva de la audición. El tabaquismo, las infecciones y una dieta alta en sal pueden empeorar la enfermedad. Los síntomas pueden estar acompañados de náuseas, mareo o vértigo. La enfermedad de Ménière desafortunadamente hasta el momento no tiene cura, pero acudiendo con un especialista podemos encontrar soluciones como medicamentos contra el mareo, suplementos.
Presbiacusia: La presbiacusia es básicamente el envejecimiento del oído, la perdida de la audición relacionada con la edad ocurre gradualmente para gran parte de la población a medida que envejecemos, para tratarla lo más común es un aparato auditivo, también podemos prevenirla evitando ruidos muy intensos y por tiempos prolongados, evitar otras enfermedades como la diabetes, y teniendo un oportuno control asistiendo a citas de revisión con el especialista.
Infecciones: Las infecciones en el oído nos pueden llevar justamente a tener un problema con la audición, tenemos dos grandes rublos, las infecciones bacterianas, las de otitis media, pueden llevar a una afección en el oído porque cuando tenemos la infección empieza a acumularse en el oído medio push, junto con bacterias y con todo el sistema inmunológico que esta hay librando la batalla, ese push o ese líquido puede empujar la membrana timpánica más y más hasta que se reviente, este es un proceso que genera dolor en el oído que si se atiende oportunamente no pasa nada más, pero si sigue aumentando hasta que reviente puede llevarnos a que esa membrana timpánica ya no se recupere o no se recupere de manera correcta se vuelve un poco un tejido con cicatriz y pierde esa capacidad de vibrar como tambor que nos permite escuchar, normalmente esas perdidas son parciales, pero irreversibles y es completamente prevenible si tratamos la infección de manera oportuna y temprana. Por otro lado, tenemos las infecciones virales, estas infecciones por lo general no afectan el odio medio o externo, sino que afectan directamente el oído interno y el nervio que lleva esta información auditiva al cerebro, aquí encontramos virus como el de la familia del herpes o el VIH.
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